Una isla abierta a la calma

Los placeres tranquilos del verano aguardan en Ibiza para todos aquellos que desean entregarse al hedonismo pausado del Mediterráneo: gastronomía, desconexión y diversión náutica se combinan en una isla que invita a disfrutar sin prisas.
NATIV
24/06/2025
Ibiza

Bautizada como la Isla Blanca por el artista catalán Santiago Rusiñol en 1912, Ibiza sigue siendo un destino ideal para quienes buscan vacaciones relajadas, auténticas y sensoriales. Su diversidad de propuestas orientadas a familias, parejas y viajeros interesados en cultura, bienestar y naturaleza permite vivir una experiencia tan activa o contemplativa como se desee. Una desconexión consciente que conecta con el entorno y con las raíces de la isla.

Sabor a Mediterráneo

Ibiza se ha convertido en los últimos años en un destino gastronómico de referencia. La variedad de estilos, el respeto al producto y la calidad de la propuesta son las claves de su atractivo. Desde tabernas centenarias de cocina ibicenca hasta restaurantes de autor con estrella Michelin, la isla ofrece un festín de sabores para todos los paladares y bolsillos.

Productos con Indicación Geográfica Protegida —como los vinos, el aceite, la miel o las hierbas ibicencas — protagonizan una cocina marcada por el territorio. Platos como el bullit de peix —un guiso de pescado hervido acompañado de arroz a banda—, la borrida de ratjada —guiso de raya—, la ensalada de crostes, la frita de pulpo, el guisat de peix —un guiso de pescado caldoso—, o los calamares rellenos de sobrasada, son algunas de las especialidades locales que merecen ser incluidas en los planes gastronómicos de las vacaciones. Tampoco pueden faltar los dos postres típicos más habituales en las cartas de los restaurantes tradicionales: el flaó —un singular pastel de queso de oveja y cabra y hierbabuena—y la greixonera, un pudín elaborado con ensaimadas.

Ibiza

Dormir con alma

Ibiza también sorprende al viajero con gran cantidad y variedad de alojamientos singulares en enclaves privilegiados. Desde lujosos establecimientos históricos en el centro de la ciudad a hoteles boutique o centenarias casas de campo convertidas en agroturismos y alojamientos rurales. Junto al mar, en valles agrícolas o escondidos en rincones remotos, estos refugios ofrecen estancias singulares donde descansar, conectar con el ritmo pausado de las vacaciones y disfrutar de actividades de ocio y bienestar adicionales, como clases de yoga, sesiones de spa, talleres… Todo ello a escasa distancia de mercados hippies, calas escondidas o enclaves Patrimonio de la Humanidad como Dalt Vila— la ciudadela renacentista que corona a la capital—, el asentamiento fenicio de sa Caleta o la pradera de posidonia entre Ibiza y Formentera.

Ibiza

Cuerpo, mente y paisaje

Ibiza cuenta con una veintena de establecimientos wellness y hoteles con spa, lo que permite disfrutar con facilidad de circuitos de talasoterapia, masajes especializados y tratamientos de bienestar de última generación. Algunos están integrados en antiguos agroturismos rodeados de naturaleza, otros destacan por sus espectaculares vistas al mar, por ofrecer rituales de lujo con firmas cosméticas de renombre o por disponer de completos recorridos termales adaptados a todos los presupuestos. La isla ofrece así un abanico de posibilidades para regalarse una pausa y reconectar cuerpo y mente.

La calma se extiende también más allá de los muros. Ibiza propone otros muchos planes relajantes al aire libre: retiros de yoga o sesiones al amanecer frente al mar, paseos a caballo por caminos rurales, rutas de senderismo o ciclismo junto a acantilados y bosques de pinos, talleres artesanales de cerámica, pan o elaboración de hierbas ibicencas, observación de aves en el parque natural de ses Salines o, simplemente, contemplar una de sus célebres puestas de sol. Porque Ibiza puede ser todo lo vibrante y todo lo sereno que uno quiera.

Olas de diversión en el mar

Con 210 kilómetros de litoral, la Isla Blanca brinda un montón de buenas razones para echarse al mar y explorar la belleza de la costa ibicenca: preciosas calas salvajes, espectaculares acantilados y curiosas formaciones rocosas. Además, ofrece generosas dosis de disfrute náutico y acuático. Hay oferta para compartir en familia pero también para los más aventureros: esquí acuático, pádel surf, kayak, esnórquel, submarinismo, vela ligera, paseos en patinetes acuáticos, hinchables o motos acuáticas, pesca, parasailing, windsurf, kitesurf, seabob, foilboard, flyboard… Y, por supuesto, escuelas especializadas donde aprender todas estas actividades.

Así es Ibiza, una isla slow abierta a todos.

www.ibiza.travel