¿Por qué será –nos preguntamos mientras disfrutamos de otro suculento chuletón–, que la carne de Cas Costas es tan tierna y sabrosa? El secreto está en la carne: desde Galicia, la apreciada raza Rubia Gallega proporciona a Cas Costas su suculenta oferta. Se trata de una carne de larga maduración de una raza de bovinos con una peculiaridad: la vaca tiene que tener más de ocho años y puede llegar hasta los 17. Estas razas pastan durante más tiempo que una vaca normal de las que se crían específicamente para los asadores y carnicerías. Así, la carne de vacuno adquiere un sabor profundo y distintivo, debido a la maduración del marmoleado (o grasa intramuscular). Esto significa que cuando se asa, la grasa se desprende, la carne se mantiene tierna y, lo más importante, ofrece un sabor que ninguna vaca joven puede igualar.