Todos cometemos el mismo error de vez en cuando: queremos hacer demasiadas cosas al mismo tiempo, nos forzamos hasta el límite, intentamos complacer a todo el mundo y acabamos por descuidarnos a nosotros mismos. Así era la vida de Suzy Burrows en el Reino Unido hasta que, a los 38 años, todo se vino abajo ante el golpe brutal de un burnout. Fue necesario un año de autocuidado para recuperarse y reflexionar sobre su vida, lo que finalmente la llevó a tomar una valiente decisión: divorciarse de su marido y trasladarse con sus hijas a Ibiza para empezar de nuevo.
“Fue una época solitaria y abrumadora. Pero si ahora echo la vista atrás, veo que fue un punto de inflexión muy positivo en mi vida”, dice una sonriente Suzy mientras paseamos por la playa de Cala Pada, cerca de su casa en Santa Eulalia. Tras apren-der habilidades comunicativas, licenciarse en kinesiología sistemática e iniciar un curso de programación neurolingüística para comprenderse mejor a sí misma y a los demás, ahora Suzy es una destacada entrenadora del sueño y kinesióloga, dedicada a guiar a las personas hacia una vida más feliz, saludable y plena. Con su transformación, ha conseguido recuperar el amor por la vida.
La kinesiología es una ciencia relativamente nueva, que combina la quiropráctica y la medicina china. Ofrece un tratamiento de gran alcance, ya que se dirige a todo el cuerpo en sus dimensiones física, química, emocional y energética. “No existen otros tratamientos como este —afirma Suzy—. A través de un método no invasivo de pruebas musculares, descubrimos lo que ocurre en el cuerpo y determinamos lo que está equilibrado y lo que no. Cuando se detecta un desequilibrio, hay varias técnicas para ayudar a reequilibrar el cuerpo, en forma de suplementos, trabajo corporal, meridianos chinos y liberación emocional. El tratamiento actúa sobre el cuerpo en su conjunto, de ahí su eficacia”.
El núcleo de nuestra salud está en el sistema endocrino, una red de glándulas que segregan hormonas directamente al torrente sanguíneo. Son estas glándulas las que ordenan a nuestro cuerpo qué hacer y cuándo. “La mayoría de los problemas están relacionados con los sistemas digestivo y endocrino —explica Suzy—. Las dificultades del aparato digestivo suelen deberse a trastornos como el del síndrome del intestino irritable, el estreñimiento, los parásitos y la colitis. Sin embargo, si el sistema digestivo se desequilibra, también puede provocar síntomas menos evidentes relacionados con el intestino, como migrañas, náuseas, problemas cutáneos, decaimiento del ánimo, letargo y deshidratación. El restablecimiento del sistema digestivo es un tratamiento eficaz y a menudo puede resolver muchos problemas de una sola vez”.
A veces, un hallazgo sencillo de la kinesiología puede transformar toda una vida. “Mi cliente más joven era un bebé de diez meses con un sarpullido doloroso que, según los médicos, respondía a un eccema que se le pasaría con el tiempo. Hicimos pruebas al bebé y detectamos que su meridiano estomacal era débil y necesitaba reequilibrarse. Con unas sencillas pruebas alimentarias descubrimos que tenía intolerancia a los lácteos, los huevos, el tomate y el kiwi. En cuatro días desapareció la erupción y el bebé recuperó su salud”.







