Bes: nuestro dios, nuestra inspiración
Símbolo de la fertilidad, patrono de las gestaciones y los partos. Da buena suerte y sobre todo, cuentan, provoca la risa y el buen humor. Cuida los aspectos relacionados con el amor, pero se le relaciona también con el sexo y los placeres libertinos. Es el dios grotesco que hace reír, es el bufón entre todas las deidades y protege la isla de los influjos malignos. Tiene capacidad de ahuyentar a las serpientes y otras criaturas venenosas. Cura las enfermedades.
Es amante de la diversión y muy juerguista, protector de la casa, del sueño, de la alegría, de la danza y ¡de hasta la limpieza y el aseo personal! Dios de la música. Se cuenta que tocaba diversos instrumentos. De espíritu benévolo, ¡ninguna deidad gozaba de una popularidad comparable! Se le representa desnudo, con enormes genitales, gran cabeza y nariz plana. Barbudo, lleva una corona de plumas verticales sobre la cabeza. Y se estableció en Ibiza.
Es Bes. Un dios adorado en el antiguo Egipto y considerado como un insaciable viajero que recorrió el Mediterráneo a través de los fenicios, griegos y cartagineses hasta alcanzar las costas ibicencas donde los romanos bautizaron la isla en su honor: Ebusus, Ibossim, Yah-Bisah, Eivissa, Ibiza. Nuestro dios, nuestra inspiración.
Erwin Broner: el gran legado
El arquitecto y pintor Erwin Broner perteneció a ese estrato alto burgués judío del barrio de Charlotesburg en Alemania. Sin embargo, con el auge del nacional socialismo inicia una vida nómada para, casualmente, llegar a Ibiza en el año 1934.
En 1960, encuentra en el barrio de sa Penya un solar donde inicia el proyecto de su propia casa, muy influenciado por sus estudios en Alemania, la Bauhaus, Le Corbusier y el Racionalismo, en una depuración de formas que encaja a la perfección con la arquitectura tradicional ibicenca. La casa Broner fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 2010, es una pieza clave de la arquitectura moderna en el archipiélago balear y un museo de referencia internacional.
Broner, considerado unos de los artistas más influyentes en la segunda mitad del siglo XX e introductor de las vanguardias en Ibiza, fue un actor de la vida cultural y catalizador de iniciativas ciudadanas: participó en la creación del Grupo Ibiza 59, una agrupación de artistas, la mayoría extranjeros, que residían en Ibiza; promovió la creación del cine club de Ibiza y se implicó en los cambios de la década de los años 60 con el desarrollo del turismo. Su legado, una inspiración.
Toni Marí ‘Frigoles’: larga vida a la tradición ibicenca
Comenzó a trabajar a los 11 años como aprendiz de alfarero en Can Planas, una fábrica que quedaba muy cerca de su casa. “Me gusto el oficio”, admite. Hoy, 73 años después, es el único ceramista local que identifica y restaura piezas de barro cartaginesas y fenicias de más de seis años de antigüedad. Y sigue siendo uno de los pioneros que mantiene viva la tradición y el oficio de la alfarería y la cerámica ibicenca. Porque, tal y como le aconsejaron, “con trabajo se puede llegar allá donde quieras. Sí, trabajo, esfuerzo y tesón”, insiste. “No te harás rico con esta profesión, pero es muy gratificante”, remata.
Con la llegada del plástico, “todo se hundió”, recuerda Toni. La producción cayó notablemente pero, sin embargo, se abrieron las puertas del mercado turístico y las ventas de piezas destinadas a los visitantes salvaron el oficio. “Para mi el éxito es ver que los clientes vienen año tras año y guardan mis piezas con mucho cariño. El éxito también es alcanzar lo que habías planeado y ser feliz con ello”.
Su inspiración: “Mi gran maestro Daifa. Con él aprendí muchas cosas y todavía hoy está muy presente. Para mi fue como un padre y un hombre ejemplar. Quien me enseñó el oficio del trabajo manual”.
Ángeles Ferragut & Simon Southwood: gente extraordinaria
Durante dos años, la ibicenca Ángeles Ferragut y el sudafricano Simon Southwood han organizado Ses Dotze Naus, una residencia en la que 12 creadores contemporáneos de distintas disciplinas y procedencias conviven en una finca en el interior de Ibiza, trabajando en proyectos inspirados en ella. Su objetivo, su vocación: “Convertir Ibiza en un territorio fértil para la creación contemporánea, explorando nuevos formatos y contenidos, difundiendo ideas y conocimiento”.
Un proyecto cultural inspirado en “el deseo de estar rodeados de gente extraordinaria y creativa y de la necesidad de divertirme”, celebra Ángeles. ¿Un error? Para Simon “hablar del futuro; hay que contar lo que haces, no lo que vas a hacer”. ¿Lo más frustrante del proyecto? “¡Manejar a Simon!”, bromea Ángeles. ¿Un consejo? “Simplifica tu idea y ponte manos a la obra”, ¡responden a la vez!
Mientras, trabajan en el programa de 2020, con objetivos como “la agitación y formación de audiencias, proponiendo mecanismos de participación e interacción entre comunidades locales y visitantes que contribuyan al enriquecimiento cultural en un enclave extraordinariamente cosmopolita como es Ibiza”.
Su consejo para todos aquellos que quieran dedicarse al arte: “Diferenciarse del resto, no parar de aprender y emocionarte”.