Alese Blely, o como se ha rebautizado en Ibiza, Alex Shiney, es un hombre de República Checa que a sus 53 años está a punto de cumplir nueve como habitante de la cueva de Punta Galera, desde donde ya ha visto 3.000 atardeceres.
Tras dedicarse al mundo de la música electrónica entre 1988 y 2013, como DJ en festivales de su país, pero también en Eslovaquia, Polonia, Chipre, Rusia, Jerusalén y Croacia, Alex decidió, sin pensarlo demasiado, dejar su carrera musical. “Dos días de lluvia en un festival, en otro demasiado calor, casi 48 grados, o una fiesta en un barco a pesar de que había un tornado y estaba prohibido. Por cosas como estas decidí dejarlo”, explica desde la entrada de la cueva, enseñando una publicación de cuando recibió premios por su trabajo musical.
Después de tener otros trabajos, en 2014 recibió la invitación de un amigo para venir a Ibiza y vivió
dos meses en su casa de Port des Torrent. El 11 de julio de 2014, un día que recuerda “muy bien”, se bebió una botella de vodka con una mujer, cogió una katana que tenía su amigo en casa y se fue a unas rocas, frente al bar Kumharas, a hacer una exhibición de artes marciales, “porque yo soy cinturón negro de Kung-fu”, asegura. “Y aparecieron 40 policías, dos helicópteros y ocho coches. Salí en la televisión nacional, incluso”, recuerda Álex.
“Fue mi presentación en Ibiza. Si quieres ser una estrella necesitas hacerlo con un buen tema o con un gran escándalo. Después de esto, el dueño me echó de la casa, y con sólo siete euros empecé a caminar”, cuenta. Este recorrido terminó en la cueva, donde vive desde el 14 de agosto de 2014.
Allí reside con cinco gatos y se refugia del frío y la lluvia, convive con el mar y con “olas de hasta 10 metros” en invierno y se protege del calor del verano.
Sobrevive tirando el tarot y cuidando un terreno en Can Coix, donde le permiten tener un huerto. “He preferido trabajar directamente para el dueño del planeta tierra, para la Pachamama”, dice, sobre una ocupación que combina con trabajos puntuales en casas de la zona.
También, recibe visitas de la gente que va a Punta Galera, donde este año espera alcanzar las cifra de 3.333 puestas de sol.
Me parece excelente 🥰 yo lo hice en un buen tiempo, en la selva venezolana, sin electricidad ni comodidad, pero fue una gran experiencia, no perder contacto con la naturaleza. Lo hago Siempre 🤩