María Torres Tur tiene el título de marinera, pero no ejerce. Da soporte desde tierra cosiendo las redes que se rompen en el mar. A su vez, integra la Red de Pesca de Mujeres de Ibiza, la primera agrupación femenina del sector en Baleares.
Desde el embarcadero de sa Caleta, María y José llevan sus capturas a la Cofradía de Ibiza o directamente a los restaurantes. “Eso es kilómetro cero”, asegura ella, que combina la actividad en torno a la pesca con su trabajo en la hostelería, al igual que José compagina las tardes en el mar con su empleo en una empresa durante el día.
José explica que el “mar es libre” y que cada pescador tiene “sus puntitos clave”. “Si no lo han ocupado otros, echas las redes”, dice. Sus redes no arrastran el fondo, sino que son de “caída y levantada”, como “una malla puesta en el mar”.
Esta especie de “pantalla” se puede dejar un máximo de 48 horas para la captura de la langosta, por ejemplo, mientras que para peces como el salmonete se deja “4 o 5 horas, porque si no vienen los delfines y no te dejan ni las telas”, añade.
Ambos aprendieron todo sobre el oficio de la pesca del padre de José, Pep ‘Pisset’. Era un pescador muy conocido en la isla y uno de los tres creadores del Café Caleta. “Era un influencer”, bromea María, que junto a José da continuidad a la actividad, sin duda, más tradicional de Ibiza.