¿Recuerdas la primera vez que fuiste a un club en Ibiza?
[Risas]! Yo nací en Ibiza, ¡así que los conozco todos a la perfección! Creo que el primero al que fui fue a Glory’s, luego Angels, Amnesia, donde trabajé cuatro años, y después Ku. ¡Era como estar en el cielo! Era la época en que todo el mundo se conocía e íbamos de una discoteca a otra como si fuéramos un único grupo.
En 2022 se bajó el volumen de muchos locales al aire libre, ¿cuál es la situación ahora?
Es cierto que en algunos lugares había muchos problemas, sobre todo en el municipio de San José. Tuvieron que adaptarse y dejar descansar a los vecinos, un derecho sagrado. Este año, gracias a una reglamentación clara y a que se está cumpliendo con lo establecido por las autoridades, todo está bajo control.
¿Se preocupa realmente el gobierno de Ibiza por nuestra única escena de clubes?
Sinceramente, nunca nos han apoyado. Esa es la cruda realidad. Pero somos conscientes de este hecho y lo aceptamos. Se nos valora más fuera de Ibiza, pero yo siempre digo que Ibiza es mucho más que ocio nocturno: somos los mejores del mundo, así que aprovechémoslo. Y sí, es difícil que un político apoye la vida nocturna; pero tampoco nos atacan, así que por ese lado al menos estoy satisfecho.
¿Cree que las discotecas son demasiado caras?
Los precios son elevados, para qué negarlo, pero ¿en qué lugar del mundo puedes encontrar tantos DJs superestrella cada noche de la semana? ¿No son también caros los conciertos de música pop y los partidos de fútbol? Además, a nadie le obligan a ir: son lugares que requieren una enorme inversión, con tecnología punta, grandes medios de seguridad, DJs con grandes cachés, mucho personal… Todo ello para garantizar una experiencia perfecta al cliente. Y todo eso cuesta dinero.
¿Cuál es tu club y DJ favorito en la isla de Ibiza?
¡A mí me tienen que gustar todos por igual! Pero debo reconocer que me lo paso muy bien en Children of the 80s en Hard Rock… ¡se me notan los años! En cuanto a los DJs, todos son verdaderos artistas: David Guetta siempre me hace bailar, también Carl Cox, Solomon, Black Coffee, Aoki y muchos otros.
Privilege, el que antaño fuera el mayor club del mundo, sigue cerrado a cal y canto. ¿Volveremos a poder salir de fiesta en este local?
Este club ha sido uno de los mayores templos de la música mundial y estoy convencido de que volverá a serlo. Ha estado de capa caída durante muchos años pero, con el cambio de propietario, estoy seguro de que volverá a ser un referente en la isla y en el mundo del espectáculo.
Se rumorea que no se van a otorgar nuevas licencias para clubes nocturnos…
Esto no es cierto, pero creedme, no necesitamos más clubes. El espacio del que disponemos es limitado y debemos cuidar la marca Ibiza; si seguimos creciendo, corremos el riesgo de caer en la vulgaridad y la mediocridad, y ese sería nuestro fin.
“ESTE AÑO, POR SEGUNDO AÑO CONSECUTIVO, HEMOS ABIERTO EN ABRIL Y CERRAREMOS EN OCTUBRE PARA AYUDAR A DESESTACIONALIZAR LA TEMPORADA. SI ABRIMOS MÁS MESES MEJORAREMOS LA VIDA DE NUESTROS TRABAJADORES AQUÍ, LO QUE HACE QUE LA ISLA ESTÉ MÁS FELIZ. ESE ES MI OBJETIVO”.
¿Cuáles han sido tus mayores logros al frente de la asociación?
Fuimos los primeros en decidir no abrir cuando empezó la pandemia, pues sabíamos que no podíamos poner en peligro a nuestros trabajadores, a nuestros clientes ni a la marca Ibiza. Hubo una asociación a la que se le ocurrió la idea de crear un cuadrado en la pista de baile de las discotecas del que los clientes no pudieran salir, pero sabíamos que esperar que 3.000 personas respetaran una medida de distanciamiento interpersonal de ese tipo era algo sencillamente imposible. Todos sabíamos que seríamos los últimos en trabajar cuando se levantaran las restricciones y tuvimos que permanecer cerrados para proteger a todo el mundo. Pero salió muy bien.
¿Qué objetivos te quedan aún por alcanzar en tu cargo?
Somos un sector complicado. Aunque no nos quieren y nos critican mucho, seguimos trabajando lo mejor que podemos. Este año, por segundo año consecutivo, hemos reabierto en abril y cerraremos en octubre para ayudar a desestacionalizar la temporada. Si abrimos más meses mejoraremos la vida de nuestros trabajadores aquí, lo que, en última instancia, hace que la isla esté más feliz. Ese es mi objetivo.
